Entrenar en el gimnasio (con @vr.taining)

Podcast 1.02

Este es el primer podcast en colaboración con Víctor, un buen amigo y entrenador personal. En este episodio hablamos de entrenar hasta casi vomitar pero, sobre todo, de la importancia de tener un plan y buscar la progresión. Sal de tu zona de confort, como dice mi amigo, y anímate a seguir mejorando tu español.

Podcast en el mi directorio


Si me quieres ver la cara mientras lo escuchas, aquí tienes el vídeo de YouTube.

Transcripción:

Muy buenas, y bienvenidos al podcast de profedeespañol.com. Hoy, en el segundo episodio, os traigo a mi amigo Víctor, que además de ser mi amigo, es mi entrenador, así que nos va a contar un poquito sobre el deporte, el gimnasio y la vida sana.

Muy buenas, chicos. Bienvenidos a este podcast. Una vez más, es un placer estar aquí con mi colega, cliente, hermano de otra madre… como queráis llamar, Miguel, y va a ser un placer estar aquí de charleta, que realmente lo hacemos siempre, pero bueno, hoy un poquito más de forma profesional.

Hoy lo grabamos.

Exactamente.

Muy bien. Bueno, pues lo primero que quería preguntarte era cuántos años llevas entrenando. Y, sobre todo, cuántos años llevas entrenando bien, que no es lo mismo.

Bueno, pues yo recuerdo que la primera vez que pisé un gimnasio fue con 17 años. Tú bien lo sabes. Además, y bueno, obviamente los primeros años son un poco caóticos, un poco caóticos en el sentido de no sabes dónde estás ni lo que estás haciendo, solo sabes que quieres ponerte fuerte y qué haces para ponerte fuerte, pues siempre buscas las zonas más visuales, por así decirlo. Que si pecho, que si los brazos, que si tal, cosas que se ven, ¿sabes? Las piernas no, porque jugábamos al fútbol. Entonces pues eso, siempre, siempre desde ese desconocimiento. Que no sabes muy bien lo que estás haciendo, pues tiras como buenamente puedes. En esta máquina pone que se hace pecho, pues a esta directo, en esta pone que se hace bíceps, pues a esa. Entonces, pues el primer año sí que es cierto que fue un poco caótico. Luego ya vi que el mundillo ya me interesaba bastante más y empecé a recopilar información por mi cuenta y todas esas cosas y a partir de ahí pues fui haciendo lo que buenamente pude.

Me gustaría destacar que siempre he sido muy autodidacta. Nunca, nunca he tenido un entrenador, nunca he tenido a nadie que me lleve, siempre me he llevado yo todo y gracias a eso, pues yo diría que estoy donde estoy ahora mismo, porque yo me he sacado todas las castañas del fuego y he cometido muchos fallos que me han llevado a lecciones para para enseñarlas yo después. Digamos que entrenando llevaré, pues ahora mismo tengo 26, 9 años, pero haciendo las cosas bien y con un sentido lógico y tal, pues podría decirse que unos

Dos meses.

Unos tres años, sí, tres años, puede ser tres, tres, sí.

Así es. Sí, yo lo recuerdo cuando empezaste, cuando empezamos, vaya.

Sí, porque es curioso, es curioso porque empezamos prácticamente a la vez.

Eso es, eso es. En sitios distintos, pero a la vez. Que te piensas que ir al gimnasio es ir a levantar cosas y ya. Que el propósito de ir a entrenar es levantar cosas. Exacto, pero luego descubres que no, que levantando cosas lo que puedes conseguir es lesionarte. Y bueno, que eso no es muy saludable.

Y ya no es eso, ya no es el propósito de levantar cosas, es ir al gimnasio a hacer X. Me refiero, tienes una rutina y a hacerla y ya está, ¿sabes? No tiene… Es uno de los fallos más comunes que veo, que es no buscar una progresión, que es una de las bases de entrenamiento, que supongo que luego entraremos más en eso.

Sí, eso es lo que te iba a preguntar ahora.

Pero es que mucha gente va al gimnasio por decir «voy al gimnasio», no va al gimnasio con un objetivo decir «bueno, pues hoy me toca tirar con esto porque el otro día tiré con tal». Pero bueno, luego entraremos más en detalle en eso.

Eso es, eso es lo que pasa mucho. Yo estudié Magisterio y en Educación Física, que por supuesto teníamos eso en la carrera vimos que, vimos un un montón de deportes. Hemos visto… Hemos jugado a bádminton, hemos jugado al frisbee…  Hemos jugado a un montón de cosas que luego, más allá de esas clases de educación física, no hemos tocado nunca casi nadie que yo conozca. En cambio, muchísima gente ha acabado en el gimnasio, muchísimos adultos cuando ya dejan de estudiar. Es un sitio muy acogedor, muy… muy cómodo para ir. Estás  recogido, estás a cubierto… Cualquiera puede ir, pero nunca nos han enseñado a levantar cosas, a hacer los patrones básicos de movimiento ni el objetivo con el que ir al gimnasio.

Algo que puede hacer el gimnasio, quizá más atractivo que el resto de deportes, y por lo que me gustaba a mí. Porque yo antes de ir al gimnasio, pues he hecho deporte toda mi vida, aunque no se me note, pero he hecho deporte toda mi vida y mi deporte principal antes era el fútbol y yo soy una persona, pues, digamos que me gusta tener mis horarios y me gusta mucho organizarme por mí mismo. Entonces a mí el fútbol me jodía un montón porque yo tenía que madrugar los fines de semana, los domingos o sea, rollo…

Y encima eras malo, o sea que…

Sí, sí, aparte de eso. O sea, no era el mejor del mundo. Llevar botellas de agua se me daba de puta madre, pero ya cuando salía al campo la historia cambiaba, ¿sabes? Entonces, pues no sé. Aparte de que no era algo que me gustase, que me despertase ese «Buah, es que tengo ese ansia de superación por ello», no sé. El autoimponer los horarios de decir, pues es que tienes que entrenar lunes, miércoles y viernes de tal hora a tal hora. Y tiene que ser eso porque no lo puedes mover. El gimnasio te da esa libertad entre comillas, dentro de lo que es tus horarios, de tu vida y demás, a poder decir bueno, pues hoy no puedo entrenar a las 5, pero puedo sacar un hueco a las 7 y entrenar a las 7. Entonces, de cara a eso es mucho más… Mucho mejor, porque te lo puedes organizar tú, no viene autoimpuesto.

Eso es, es una ventaja. Además, eso no lo hemos dicho, pero tú trabajas ahora a distancia mayormente. Por supuesto, tienes entrenamiento presencial, pero tus clientes sobre todo son clientes online, entonces te permiten organizarte y entrenar cuando tú quieres el rato que tú quieres. Es una cosa muy parecida a la que me ocurre a mí, que también tengo mis mis clases, pero las tengo en un horario que yo he elegido. Entonces, hay tiempo para todo, hay tiempo para entrenar, pero es cuando cuando yo decido.

Además, es lo que el otro día lo veníamos comentando, que una de las cosas que más privilegiado me siento de mi trabajo y de la forma en la que trabajo es el poder organizar yo mi tiempo y el poder dedicarle a mis entrenamientos, que lo has podido comprobar de primera mano estos días, todo lo que necesito. O sea, yo ahora mismo, pues le dedico a un entrenamiento de promedio, unas dos horas y media – tres. Que no hace falta tanto para la mayoría de la gente, pero yo que me dedico a esto, que quizá tenga unos objetivos físicos más ambiciosos que lo que pueda tener la mayoría que empieza en este mundillo, pues… Y aparte que lo disfruto, o sea, que no es algo que diga «Buah es que tengo que tirarme dos o tres horas». No, es que me las tiro y no me doy cuenta de que me las tiro.

Y si fueran cuatro, pues bueno, no son cuatro porque tienes que comer.

Sí, no son 4, porque todavía no he llegado a ese extremo, bro. No prometo no llegar.

Dale tiempo, eso es. Y hablábamos antes de que es muy importante tener el objetivo de progresar, porque sin progreso, o sea, sin el objetivo de progresar, bueno, básicamente no vas a conseguir nada ni en este deporte ni prácticamente en ninguno, ¿no? Pero sobre todo en este, ¿por qué?

El gimnasio básicamente es un deporte de mucha superación y cuando hablo de superación hablo de superación diaria. ¿Por qué? ¿Por qué es esto? Porque tú tienes que darle, digamos, una razón al cuerpo o al músculo, en este caso, para que crezca. ¿Vale?, entonces esa razón no puede ser siempre la misma. ¿Vale?, y esto es uno de los grandes errores que se comete cuando la gente va al gimnasio. Hay gente que lleva haciendo exactamente lo mismo las mismas series, las mismas repeticiones con los mismos pesos año tras año, y por eso tiene el mismo físico.

Exactamente. Si tú estás entrenando exactamente igual ahora que dentro de diez años, tendrás exactamente el mismo físico ahora que dentro de diez años, porque tú no le estás dando una razón a tu cuerpo para generar nuevas adaptaciones y que crezca, o que se… o que sea más fuerte, más resistente. Pero esto ocurre en todos los deportes. Quiero decir, si tú todos los días corres diez minutos, serás brutal corriendo diez minutos, pero no esperes correr 12 porque no lo vas a ser.

No estás adaptado, no estás entrenado.

Exactamente. Entonces, en el gimnasio es súper importante ese factor que denominamos nosotros dentro de este mundillo de «sobrecarga progresiva» ¿que qué es esto de la sobrecarga progresiva? Es, simplemente, aumentar la dificultad de entrenamiento día tras día. Y con aumentar la dificultad de entrenamiento, no me refiero a subir 10 kilos de sesión a sesión, no. Hay muchas formas de aumentar la dificultad. Se pueden aumentar una repetición, se puede aumentar el número de series, se puede reducir el tiempo de descansos, se puede aumentar la carga que los discos de 1,25 kg que están por el gimnasio, que hay veces que la gente se los lleva a casa, no sé pa qué. Pero esos discos sirven para eso, para hacer una sobrecarga progresiva en el tiempo bien estructurada y que genere esas adaptaciones y esas nuevas demandas para que nosotros sigamos creciendo y vayamos hacia nuestros objetivos.

Eso es, eso es. Entonces, por eso mismo es necesario que en estos deportes, así como en general en cualquier cosa, si tocas un instrumento o si estudias idiomas, es necesario que tú conscientemente realices un esfuerzo para… Pues para avanzar, para progresar, porque si no eso no ocurre de manera natural. Exacto, esa es la dificultad de entrenar en el gimnasio, de culturismo, de cualquier otro deporte que requiera, pues eso, o sea, una conciencia, una consciencia de la progresión, ¿no? Y una planificación.

A ver, una planificación también. Pero es cierto, o sea, es cierto. Y eso que has mencionado es súper importante, también tiene que costar, o sea, tiene que… Tiene que picar, tienes que salir de la zona de confort, o sea, si estás en tu zona de confort difícilmente vas a progresas, o sea. Para todo en esta vida, si quieres dar un salto, un cambio o progresar en algo, hay que salir de la zona de confort. Si estás en la zona de confort, no vas a conseguir nada.

Eso es, eso es.

Y esto es aplicable dentro del gimnasio, al ámbito de la intensidad. No puedes hacer una serie y decir bueno, pues ya está y terminarla exactamente igual que la has empezado, no.  Tienes que salir no llorando, pero casi.

Arrastrándote.

No, joder. Tampoco, tampoco hay que llevarlo al extremo, pero joder, y decir me cago en Dios me ha costado, ¿sabes? O sea, no puedes decir «es que, bueno, sin más», ¿sabes? O sea…

Ya, ya. ¿Y a ti alguna vez te ha caído alguna lágrima haciendo una serie?

Realmente todos los días, todos los días.

Pero no, lo digo por entrenar, no por… no por sufrimiento.

No, en plan… ¿Cómo, cómo? ¿Cómo por entrenar?

Por entrenar, digo, no por estar solo.

Vale. Vale, vale. Es que como lloro tantas veces al día no sabía a cuál te referías, pero no. Sí, sí, por entrenar, obviamente.

¿Y alguna vez has vomitado después de un entrenamiento? O a mitad de entrenamiento.

Pues, curiosamente no, no, todavía no, todavía no.

Pero conoces gente que sí.

Sí, conozco a gente que sí, obviamente. Espero que no pase, pero sí que estoy ahí, en el limbo, en el punto de inflexión de que casi, pero no. O sea, lo he notado, lo he notado subir, pero no ha llegado a salir del todo.

Esta tarde vamos a ver.

No, no, esta tarde en tarde no. No toca, no toca lo que pueda hacerme vomitar.

Ya, ya. Pero sí que, por ejemplo, la semana pasada o esta semana sí que se te rompieron unos cuantos capilares por aquí…

Ah, sí. Pero eso siempre que hago prensa me pasa. ¿Por qué? Porque la presión, o sea, cuando estás ahí, estás tan «Arghh», que haces tanta presión, estás tan tenso y luego el peso es tal que, joder, es que son, aunque no sean cargas reales de… Son 400 kilos lo que se te está viniendo por aquí. ¿Sabes? Entonces, pues quieras que no, pa a levantar eso, la presión arterial que hay que generar y todo, pues no sé. En mi caso, y hay otros casos que le pasa a más gente, pues se me explotan los los capilares de por aquí y se me ponen como puntitos rojos y por los ojos también.

Pues eso, cuando hablamos de intensidad, pues hablamos de esto.

No, si os metéis en mi perfil de Instagram veréis lo que es intensidad.

@VRTraining chicos…

Ahí está.

Muy bien. Qué bien. Pues oye, mucho gusto aquí, tenerte y hablar de estas cosas. Yo creo que no se hablan lo suficiente, o por lo menos no lo suficientemente claro. Y ha sido un placer, macho, como siempre.

¿Estamos?

Joder, a tope tío.

Joder, de puta madre tío.

Madre mía qué buen podcast, hostia. 

Habla como siempre has querido

Si te está costando pasar del nivel intermedio al avanzado y quieres mejorar tu pronunciación de una vez, suscríbete a mi newsletter para recibir los mejores consejos.
¡Psst! Recuerda mirar en tu carpeta de spam para confirmar tu suscripción