Podcast 1.05
En este episodio escuchamos a mi amigo Christian contándonos cómo siente la música un músico profesional. Toca en varios grupos, da clases, produce música y es técnico de sonido. Si te gusta la música, el vocabulario que vas a aprender hoy no tiene precio.
Transcripción:
Muy buenas y bienvenidos a este podcast con mi amigo Christian, que es un invitado tremendamente especial. Él es músico profesional y se dedica a la música en varios formatos, no solo en cuanto a tocar su propia música, pero bueno, mejor que lo explique él. ¿A qué te dedicas, Christian?
¿Qué tal, Miguel? Pues, bueno, como bien has dicho, me dedico a la música en sus diferentes disciplinas, sobre todo al tema de interpretación y tocar en directo, pero también… Tema de producción, técnico de sonido y demás… Son aspectos que también solemos trabajar y me interesan.
Y además de eso, das clases de tanto de guitarra, de lenguaje musical…
Eso es. Y en el grado medio de sonido también. Estoy formando a las nuevas generaciones de técnicos de sonido.
Exactamente. O sea que estás en todo. Muy bien. ¿Y cuándo empezó tu afición por la música? Porque claramente te tiene que gustar un montón para que estés haciendo tanto en el mismo campo.
Es una pregunta complicada. Nunca me lo había pensado, porque como es algo que ha estado siempre tan ahí en mi vida… Me atrevería a decir que el lenguaje es una de las primeras, sino es… O sea, la música es uno de los primeros lenguajes que tenemos, ¿no? Desde pequeños ya escuchamos música, nos comunicamos con sonido, nuestra madre nos canta y nos baila antes de que nosotros aprendamos a bailar. Entonces yo creo que de alguna forma naces con esa predisposición o tal, pero no sabría decirte en qué momento dije «Oh, me encanta la música», porque es algo que ha estado siempre ahí.
Vale. Bueno, esto al final es una cosa que siempre se piensa que no vas a poder llegar a vivir de la música, nunca. Del arte en general, ¿no? Pero de la música, como hay mucha competencia, tampoco es que se consuma tanto hasta que no llegas a cierto nivel, ¿cómo te da por dedicarte a la música? Siendo que hay tantas opciones.
Entiendo lo que dices, pero el arte no se consume porque no es ocio, es cultura. Pero entiendo por dónde vas. Sí, es complicado, pero al final el esfuerzo es algo que no le fue de nunca a nadie y no sirve de nada esforzarse si no crees en lo que haces. Y que te esfuerzas lo mismo que otra persona tampoco te garantiza los mismos resultados. Pero… Quiero decir, el fracaso está ni siquiera en no intentarlo, no en no… en no conseguirlo, ¿no? Y al final, yo cada día que pasa lo veo más claro y más posible que al final estás ahí y al final a los hechos me remito.
Totalmente. Tú ahí estás, desde luego. Muy bien. Bueno, alguna cosa que te he preguntado en ocasiones o que te he dicho alguna vez es que «¡qué tío, qué talento!» Y siempre me respondes «Sí, bueno, tocar seis horas al día es un talento…»
Sí, bueno, desde mi punto de vista, para mí no es para tanto, porque quizás lo tengo normalizado, ¿no? O en la gente en la que me fijo, seguramente incluso toquen más o lleve mucho más tiempo tocando ese tiempo. Y es como… Es como cuando estudias mucho para prepararte un examen y sacas un diez, al final te puedes alegrar, pero no debería sorprenderte el resultado. O si estás entrenando durante mucho tiempo para hacer una maratón o una competición, que al final tengas o consigas una buena marca, pues no debería ser motivo de sorpresa. Sí, motivo de estar feliz y de estar contento y satisfecho, pero al final entrenas, ¿no? Practicas para llegar a ese nivel. Así que sorpresa, como tal, no debería ser.
No, desde luego. ¿Y tú crees que hace falta tener una base interna, algo que básicamente que se te dé bien antes de empezar a desarrollar esa habilidad?
Bueno, tener esa base siempre va a sumar y te va a ayudar, pero puedes empezar sin esa base y es algo que aprendes al final. El oído, la música, es algo que se puede trabajar. La gente normalmente dice «no, es que soy arrítmica y lo voy a ser para siempre», pero eso es mentira. Eso con trabajo se puede, se puede, se puede curar, se puede lograr, ¿no? Siempre está el típico en clase, ¿no?, «No, es que a mí las matemáticas no se me dan bien o no se me da bien la historia», porque no te has puesto a estudiar historia o a… tal. Habrá cosas que se te den mejor y peor, pero al final es algo que llevamos dentro y yo creo que es humano sentir un ritmo y dejarte llevar, incluso sentir cosas, ¿no? El arte, emociones…
Claro. Y al final es una disciplina tan amplia que aunque no se te dé bien tocar la guitarra o tocar este instrumento, tal vez se te dé bien tocar este otro. Si no se te da bien la cuerda, se te puede dar bien la percusión y si no, se te puede dar bien cantar, y si no, pues otra cosa.
O silbar. Lo que creo que está claro es que no se te puede dar mal escuchar música o apreciarla.
Eso es. Y ¿qué opinas de esto de: «Ah, pues como se te da bien la música, pues ahora resulta que eres capaz de bailar, eres capaz de cantar, eres capaz de…? ¿Tú crees que hay una relación entre esto? ¿Tú conoces a alguien que sea capaz de hacer todo porque se le da bien una cosa en la música?
No sé si conozco a alguien así, pero sí que es cierto que al tener esa consciencia en la música la puedes extrapolar a otras cosas, ¿no? A la hora de bailar, yo no es que sepa bailar mejor que otras personas, pero sí que soy más consciente del ritmo, de moverme más de forma sincronizada al tempo o a la canción. Pero de ahí a bailar mejor, que se me dé mejor… No lo sé, también es otra disciplina y deberíamos practicar muchas horas de baile y al final conseguirlo, pero yo creo que por ahí estaría la cosa.
Claro. Es que al final, para que se te d bien algo, lo que tienes que hacer es entrenar y entrenar como con absolutamente todo.
Y yo creo que el esfuerzo puede superar al talento y al final tener solo talento no te sirve de nada si no lo trabajas.
Claro, exactamente, sí. Yo esto, llevándolo a mi campo, el tema de los idiomas, yo también creo que tengo buen oído musical, pero afortunadamente se me dan mejor los idiomas que la música y por eso me dedico a los idiomas.
¿También es oído, no? Los idiomas.
Exactamente. Exactamente. O sea, yo enseño pronunciación. Para eso es muy importante escuchar primero lo que quieres pronunciar para luego poder repetirlo. Si no lo oyes, no lo puedes repetir. Y yo imagino que para ti es exactamente lo mismo. Si tú escuchas una canción y no tienes ni idea de qué está pasando ahí, ¿cómo la vas a tocar? Muy bien. ¿Y cuál es tu género de música favorito? ¿Qué es lo que más escuchas?
Pues escucho todos, me encanta la música en general. A todos los géneros le puedo sacar sus pros y sus contras. Siempre está el típico hate de «No es que el reggaeton es una mierda». Bueno, pues tienen reguetón bueno y reguetón malo, igual que tienes rap bueno y rap malo. Pero no puedo negar que tengo cierta predilección/obsesión por la música de los 80. Funky, disco, heavy metal, rock es algo que… No sé, que no he encontrado en otros. Lo que me ofrece ese tipo de música no me lo ofrecen otras. Pero también hay funky malo, rock malo, heavy metal malo…
Bueno, heavy metal malo no. Entiendo. Alguna cosa que… Una cosa que te he escuchado decir alguna vez es que a ti la música te gusta cuando está bien hecha. Toda, toda la música que está bien hecha te gusta.
Sí, si está bien hecho, al final no hablo de que haya una fórmula perfecta, sino de que es congruente con la dinámica del mensaje que se quiere transmitir. Si está bien hecho es que me gusta. Funciona cuando hay cosas que tampoco va a un sentido subjetivo de «No es que yo aquí hubiera hecho otra cosa y no me gusta», sino… No, de que tenga unas cadencias correctas. Al final, si lo reducimos a Teoría de la música, es ciencia, son tensiones. Aunque también el lenguaje musical tiene que ver con la psicología, porque hay ciertos intervalos que a veces funcionan y a veces no. A veces son consonancias y a veces son disonancias. Entonces yo creo que ahí interviene más la psicología que la que la fisionomía de nuestro oído. Pero eso, cuando… Si la música está bien hecha, cuando es un hit del género que sea, es un hit siempre, te guste el género o no.
Sí, eso es. Si lo llevas en la cabeza todo el día… Lo siento, amigo, pero te guste o no, probablemente la canción es buena. Bueno, es buena o inconscientemente es buena.
Sí. Luego están ya la gente que hace hits jugando con eso. Han visto que algo funciona y ya van a meterse.
La fórmula.
La fórmula, eso. Van a meterse ahí, no sacarte… Y que no puedas deshacerte de ese tema.
Claro.
Pero yo iba más allá, un aspecto más creativo, más que funcional, de venderte esta… este tema que encaja y funciona sino más… eso, ¿no? Usa unas cadencias, que tiene un movimiento congruente, tiene mucha coherencia y cohesión. No hay… Bueno, también puede haber cortes abruptos, abruptos y progresivos, pero al final tiene toda una lógica dentro de algo, una música más conceptual, o una canción más conceptual.
Está claro, es verdad. ¿Y tú crees que se puede hacer música buena sin saber teoría, sin saber música?
Yo creo que sí, porque al final tú puedes tener algo dentro y lo puedes sacar y nace de la necesidad de expresarte o de sacarlo. Pero lo que es innegable es que toda la formación que tengas en ello va a sumar, o sea, va a ser positiva y te va a ayudar no solo a hacerlo mejor, sino a entender qué estás haciendo y a entender y dominar todas las herramientas que tienes y cuentas. Qué posibilidades tiene esta tonalidad, qué podemos hacer, qué no, saber qué funciona, qué no, sin ni siquiera usar el método científico de ensayo error. Si me dices no, esto tal. Ojo, también, si quieres luego romper las reglas e innovar, tienes que dominar las reglas y entenderlas antes para poderte salir de ahí. Entonces, bueno, a priori mi respuesta sería que si quieres componer música y quieres hacer música, no te hace falta a priori estudiar música. Pero cuando ya quieres elevarte un poco y hacer cierta complejidad o cierta elegancia, ¿no?, ir un poco más allá intelectualmente… Yo creo que sí que necesitas un poco, pero en cualquier caso tampoco me atrevería, porque hay gente que puede ser muy talentosa con cero formación.
Sí, desde luego. O sea que imprescindible no hay nada pero, obviamente, la formación ayuda, como con todo, ¿no?
Aunque sea también a posteriori, ¿no? He hecho un tema, soy capaz de analizarlo. ¿Por qué me gusta esto? Porque esto es pegadizo. Hostia, ahora lo entiendo y al entender eso lo puedes extrapolar, lo puedes copiar y volver a usar. Cuando lo entiendes siempre va a explotar más tus posibilidades.
¿Y a ti alguna vez te pasa que cuando escribes tus temas y los grabas y los tocas en directo… Alguna vez te pasa que te cansas de tus propios temas? ¿O siempre, siempre, siempre hay tiempo para escuchar Alacrán?
Me pasa constantemente, pero yo creo que eso forma parte de la relación creación-destrucción del artista, ¿no? Siempre creas una obra, creas una pieza que en ese momento, ese espacio tiempo, te representa y vibras con ella al 100%, pero luego en dos años, en un mes, en un día, tu vida puede cambiar, puedes evolucionar, no sientes lo mismo y escuchas eso y puede que no te represente nada, ¿no? Y eso yo creo que le pasa también a pintores, le pasa a escultores, ¿no? Puedes hacer una obra y hace diez años no te sientes igual que ahora, ni tienes la misma madurez, ni has vivido lo mismo. Tu discurso, las cosas que tienes que contar o la necesidad de expresarte es diferente, ¿no? Hay una maduración.
Sí. Y respecto a esto, ¿hay alguna canción en general, no tuya, que nunca te canse, que siempre que la escuchas dices «esta es la hostia»?
Así rigurosamente, no. Sí que al final puedo saturarme en algún disco, pero igual me pego un tiempo sin escucharlo, lo ignoro, me olvido de él…
Y lo echas de menos.
… luego vuelve a aparecer y vuelves a decir «Esto es una pasada, tío, es que esto es increíble, ¿sabes? No sé, con Judas me pasa mucho y me ha pasado mucho el redescubrirlos constantemente. Canciones que creías que las sabías… Todos los minutos que hacía cada instrumento y tal, y descubres nuevas… nuevas texturas, nuevas capas de armonía, nuevos matices. Y dices «Bua, es que ya lo sabía, pero estos tíos son genios». O con Van Halen también. Con Van Halen me pasa mucho. Cuanto más lo analizo, más me doy cuenta de que ese tío era un mutante y tenía el gen X.
Desde luego tú escuchas música a otro nivel, o sea. Yo creo que la mayoría de las personas no llega a escuchar tanto. «Hostia, fíjate, escucho por ahí no sé qué…» Como mucho: «Ah, sí, sí, lo que hace el bajo». Pero ya. No escuchan ahí todo y dicen «Hostia lo que ha hecho ahí el tío». Es una cosa que siempre me ha parecido increíble.
A mí me pasará igual. Si nos pusiéramos a escuchar pronunciación, yo habría matices que igual no… no me doy cuenta.
Sí, sí. Pues es lo que dices. Al final, pues, las horas que le dedica cada uno a lo suyo… Pf, ni te cuento. Eso es lo que hace que te conviertas bueno en algo. Está claro. Muy bien. Bueno, pues ¿cuándo es tu próximo concierto? Para que te vayamos a ver
¿Mi próximo concierto? Bueno, ya sabes que el mes que viene me voy a Canarias y no vuelvo hasta septiembre y voy a estar dando muchos conciertos por ahí. Pero realmente no sé cuándo empieza esa racha, vamos a decir, o esa tal. Lo que sí que es cierto es que ahora en mayo, con el grupo de los medievales sí que vamos a empezar a movernos y en mayo estaré en Mallorca. Que a ver cómo hago con el tema logístico de estar ahí, está allá, estar en todos sitios y que siga saliendo beneficio de todo. Si no, me va a pasar como los camioneros.
Muy bien, perfecto. Pues oye, muchísimas gracias. Voy a dejar tus redes por aquí abajo para que todo el mundo te siga y te escuche, que merece la pena totalmente. Y oye, cuando quieras volvemos a por la parte dos.
Muchas gracias a ti, Miguel.